Victoria Villarruel habilitó un nuevo aumento de las dietas a los senadores, que pasarán a percibir un ingreso de 9 millones de pesos en bruto. La definición de la Vice agudiza la confrontación con Javier Milei y Martín Menem, quien dispuso a mitad de año una suba para los diputados que no llega ni a la mitad de lo que perciben los legisladores de la Cámara Alta.
Aunque desde el entorno de Villarruel se excusaron en que ella misma había dilatado la firma del acta mientras negociaba con los senadores para que se desacoplaran de las subas de salarios para el personal de la casa, fuentes parlamentarias dijeron a LPO que la Vicepresidenta les habría ofrecido a los senadores “engancharse” al aumento acordado en paritarias con el personal legislativo de planta permanente.
En ese contexto, el presidente Javier Milei estalló de bronca y se descargó con un largo mensaje por Twitter, aparentemente dirigido a Villarruel. “No sé quién fue el responsable de semejante burla pero quienes han avalado estos atropellos a los trabajadores sufrirán las consecuencias en las urnas cuando el pueblo se exprese mediante el voto”, concluyó el Jefe de Estado en su mensaje.
Milei argumentó que “los sueldos del Poder Ejecutivo se encuentran congelados desde el 10 de diciembre”. “No hubo aumento de sueldo para Ministros, Secretarios o Subsecretarios. Tampoco para mí, que además renuncié a mi jubilación de privilegio”, sostuvo, y agregó: “Expreso mi máximo repudio al vergonzoso aumento de sueldo que acaba de ocurrir en la Cámara de Senadores”.
Este cruce se produjo en medio de la profundización de las tensiones entre Milei y Villarruel, cuyo último capítulo había comenzado el viernes pasado, cuando Karina Milei bajó a la Vicepresidenta del acto del Presidente con las fuerzas armadas para honrarlos con ascensos votados nada menos que en el Senado. Para colmo, la compañera de fórmula pegó el faltazo al día siguiente a un acto en homenaje a San Martín, al que había sido invitada por el gobierno de Mendoza: se excusó en un malestar que le impedía tomar un vuelo en avión rumbo a la provincia cuyana.
La confrontación entre el binomio presidencial también es síntoma de un gobierno detonado por sus internas desde la cúpula hasta los bloques parlamentarios. Esta noche el asesor estrella de Milei, Santiago Caputo, le dedicó los peores insultos al senador Francisco Paoltroni, quien por enésima vez manifestó en una entrevista en La Nación + su oposición al pliego del juez Ariel Lijo como candidato a la Corte Suprema.
A través del usuario @bprearg en Twitter, Caputo dijo: “El gordo Paoltroni me puede chupar la pija. Que disfrute la beca porque su carrera se terminó. Espero que ese discurso principista superfluo y pelotudo venga sin siquiera una multa de conducir”.
Lo más llamativo es el nivel de beligerancia que desató una decisión administrativa del Senado sobre las dietas de los legisladores. Ese incremento se refrendó con el argumento de que está atado al de los trabajadores del Senado y quedó sellado en una Resolución Administrativa (RSA) firmada por los representantes gremiales, el secretario parlamentario, Agustín Giustinian, y la secretaria administrativa, María Laura Izzo, mano derecha de Villarruel.
Como informó LPO a fines de marzo, los diputados y senadores se adjudican cada año un aumento en sintonía con la paritaria del personal legislativo, una costumbre instalada por la “Ley Enganche” de 2011. No obstante, fuentes gremiales concedieron que entre 2019 y 2022 los legisladores desengancharon sus ingresos, como un gesto político.
La decisión de la nueva recomposición se tomó luego de que los representantes del personal legislativo acordaran con las autoridades un incremento en dos tramos de 3,5 y 3 por ciento respectivamente para los meses de julio y agosto. Cerca de Villarruel indicaron que la RSA “tendría que haber sido firmada el mes pasado y se estiró para pedirle a los senadores que se desengancharan y dijeron que no”, y agregaron: “no podemos desengancharlos nosotros, ellos votaron engancharse y deben votar desengancharse”.
Esa mirada evidenciaría que la Vicepresidenta estaría perdiendo ascendencia sobre un puñado de senadores que han valorado su rol como titular del Senado, en contraposición a la consideración que tienen del Presidente. De hecho, una senadora le explicó a LPO este lunes que, en su confrontación contra Santiago Caputo y Karina Milei, la Vicepresidenta se estaría quedando sin el respaldo de los aliados que supo tener.
Macri y Villarruel acordaron dilatar la aprobación del pliego de Lijo
Pero, además, en dos despachos diferentes explicaron que no necesariamente los acuerdos paritarios de los empleados tienen que refrendarse en recinto para que impacten en el bolsillo de los senadores. “Cuando los aumentos son bajos, los legisladores se mantienen enganchados y no los votan pero, si quieren aumentarse por encima de lo pautado con los gremios, lo sancionan en una sesión”, comentaron.
En ese sentido, deslizaron que en abril Villarruel habría rechazado la suba de las dietas pero los senadores se le retobaron. Arrinconada por la campaña de los trolls en su contra, la Vicepresidenta habría intentado disuadirlos de votarse esa suba pero los jefes de bloque la habrían desafiado en Labor Parlamentaria, antes de la sesión: “animate a ir contra todos los senadores”, habría sido el mensaje.
Ante el ataque en redes sociales, Villarruel posteó: “Los senadores de todos los bloques acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo. Como Presidente del Senado NO soy senadora, no cobro del Senado y NO puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque NO soy senadora. Lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y NO tengo herramienta alguna para frenarlo”.
Este lunes, igual que entonces, las versiones sobre la definición del aumento de las dietas quedaron envueltas en acusaciones cruzadas y explicaciones vergonzantes.
“La casta se cree impune”, tuiteó Milei en referencia al aumento.” Además, me gustaría saber cuántos de ellos pueden validar a mercado lo que ganan en la política… desde mi punto de vista, regalados son caros. Están desconectados de la realidad de los argentinos que sufren fruto de sus errores de acción política”, dijo el presidente.
La decisión de la vice terminó de detonar la relación con la Casa Rosada. Santiago Caputo furioso porque se le complica la aprobación del pliego de Lijo.