El gobierno nacional salió a marcar la cancha con el nuevo esquema cambiario y, a través del Banco Nacían, ubicó el dólar oficial a $1.250, lo que implica una devaluación de casi el 14 por ciento.
La entidad oficial había mantenido el hermetismo respecto a la cotización con la que abriría la jornada ya sin cepo para personas humanas, pero como esperaban los analistas lo hizo algo por encima del medio de la banda acordada con el FMI.
La cotización marcada por el Nación obligó a entidades privadas a acomodarse, ya que al comienzo habían puesto el dólar en torno a los $1.300.
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